Perder la vergüenza.
Los niños son pura alegría, todo es bailar, cantar, jugar y no les importa si hay alguien delante o es el momento adecuado, si así lo sienten se arrancan por bulerías si fuera el caso.
Vivir con ellos te enseña a quitarte prejuicios de encima y dejarte llevar. Porque ¿quién puede resistirse a su hijo emocionado tendiendo la mano para bailar?
Si se muere de risa con la nueva canción del pollito pío ¿cómo esperar a llegar a casa para cantársela?
Así que cuando eres madre aprendes a volver a bailar cuando te apetece aunque sea la cola del pan y la vecina del quinto te mire con mala cara, cantar a voz en grito en medio de la calle y disfrazarte de las cosas más extrañas en los momentos más absurdos … sólo porque es divertido.
Aprovecha y diviértete otra vez como cuando eras pequeña y no te preocupes por el que dirán… siempre tienes la excusa de decir que lo haces por tus hijos.
P.S: este post está inspirado por éste tan chulo de Hay que ser positivo
pues claro que si! yo aprovecho a cantar, bailar y jugar todo lo que puedo
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Sí, nada de reprimirse! Gracias por pasar y comentar
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Siiii de acuerdo gracias
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Gracias por pasar y comentar! Un saludo
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🙅🏼🙅🏼
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Pues si! Es la excusa perfecta jajaja
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Jaja tenemos que aprovechar! Gracias por pasarte a comentar
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Claro que si, no hay que desperdiciar ningún momento que te haga feliz. Besotes
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Lo mismo cuando eres maestra! Nos convertimos en payasas, magos, reinas, etc. A perder la vergüenza!
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