Reconozco que no tengo niñas y a veces la ropa y complementos de niña me llama mucho y me gustaría perderme por las amplias posibilidades que ofrecen.
Sin ir más lejos el otro día rebuscando en zapaterías para mis pequeños hombrecitos me fijé en las diferencias entre los de niños y niñas. Los zapatos de niño se dividen básicamente entre zapatillas deportivas y zapatos más de vestir pero que puedan aguantar un buen ritmo de saltos, carreras y algún otro restregón por el parque. En cambio, la sección zapatera de niñas ofrece un gran abanico de posibilidades. Hay zapatillas deportivas, zapatos de vestir que pueden aguantar un buen ritmo de saltos, carreras… y zapatos que yo misma dudaría en ponerme para una jornada de prisas y revuelo. Y me entró la duda…
Luego me fijé y se ven muchas niñas con calzado que bajo mi visión de madre de “machos” no parecen demasiado infantiles. Zapatos con finas tiras con hebilla para sujetar el pie, bailarinas que deben destalonarse a la primera carrera…
No hablo de zapatos inadecuados o que puedan provocar ningún daño sencillamente hablo de aquellos que la mayoría de mujeres podemos llevar tranquilamente pero que seguramente cuando vamos de viaje a pasar el día andando o sabemos que vamos a tener que salir corriendo, dejamos de lado por incómodos.
Y… ¿queremos que las niñas corran? ¿Queremos que las niñas salten?
¿Cuántas madres nos atrevemos a saltar desde un metro de alto provistas con unas merceditas? Y sí, son perfectamente cómodas en la oficina. ¿Cuántas mujeres arrancamos a correr sin parecer patos con unas sandalias romanas? Y no, no tengo nada en contra de llevar sandalias de tiras para bajar a comprar un helado.
Será porque siempre he tenido los pies muy delicados pero yo cuando necesito moverme con libertad necesito calzado reforzado, amortiguado… como el que normalmente encuentro para mis hijos.
Decimos que las niñas son más tranquilas y los niños más inquietos pero creo que a veces las diferencias las creamos los mayores sin darnos cuenta. Y los zapatos son una muestra.
Es una buena reflexión. En mi caso, con dos mellizos niño y niña lo veo claro. La mía casi siempre va con zapatillas de deporte, es como va más cómoda pero en verano le suelo comprar sandalias abiertas de montaña en la sección de chico porque con sandalias «monas» no va nada cómoda para saltar ríos, rocas… #wildandfree
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Me alegra que tu que tienes niño y niña opines lo mismo porque pensaba que igual me estaba obzecando con un tema que no me tocaba. Parece que a veces con las niñas prima que sean monas a que puedan hacer lo propio de su edad y como bien dices l@s niñ@s deben ser ante todo #wildandfree
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Una diferencia más en este mundo de absurdos. Yo no tengo hijos,pero tengo una ahijada que es un todoterreno y vive en tenis porque no puede ir a todos lados con las botas de fútbol ajaja
Me ha gustado mucho tu entrada! Un abrazo
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Muchas gracias, Andrea!
Creo que cada vez son más l@s niñ@s que viven en tenis porque lo importante para ell@s es poder correr bien!
Un abrazo
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