No recuerdo no haber sabido que los reyes eran los padres. Con un hermano 5 años mayor, sencillamente, alguien debió contármelo demasiado pronto. Los reyes son los padres. Yo lo asumí y para mí las Navidades eran mágicas igual.
Me encantaba ayudar a preservar la magia navideña para mis primos. Era la primera en sugerir dar tres pases más para dar tiempo de sobra a los adultos a prepara el «tió». Siempre reconducía las conversaciones cuando a algún abuelo se le escapaba algo sobre regalos y me mostraba impertérrita al empezar a llegar sugerencias sobre la realidad de quién eran los reyes. La magia era conseguir que las fiestas fueran mágicas para ellos.
Un año jugando al escondite encontramos unos regalos debajo de la cama y ahí empezó a desvanecerse la Navidad mágica, por mucho que me esforcé a intentar explicar el hallazgo de manera «no lógica» (mi teoría venía a ser que con nuestro deseo de regalos los habíamos conseguido ver aunque en realidad estaban en el mundo mágico…. tampoco vamos a pedir más a una pobre niña con la presión de 4 primos mirándola).
Con los hijos, las fiestas vuelven a ser todo ilusión. Las luces brillan más en la noche. Los regalos son sueños envueltos en papel de celofán y los villancicos deben cantarse a pleno pulmón.
Pero me he dado cuenta que la magia de la Navidad no es que los reyes no sean los padres, ni cubrir a los niños de regalos, la verdadera magia reside en hacer que otra persona sea feliz. Y esa magia podríamos sembrarla durante todo el año.
Ayudar a los demás puede ser tan fácil como aguantar la puerta a la mamá que pasa con el cochecito, dar los buenos días al conductor del autobús o sonreír a la cajera que nos cobra las galletas. Sólo hace falta un poco de nuestra parte para conseguir que el mundo sea un poco mágico para todos cada día.
Qué palabras tan bonitas!! Estoy completamente de acuerdo contigo. Un abrazo.
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Gracias por pasarte y comentar… y Felices Fiestas!
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Me ha encantado! a veces el día a día, o el agotamiento, mata esa maravilla de preservar el cariño para los otros y un@ mism@, pero qué mejor manera de seguir viv@s 🙂
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Qué bonita reflexión. Un abrazo y felices fiestas.
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Muchas gracias por pasarte y comentar… y Felices Fiestas!
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