Me parece que en cosmética últimamente todo va sobre renovación. Se ha puesto el foco en la necesidad de renovación celular y ahora la exfoliación es un paso muy importante cuando hace unos años quedaba relegado a cada quince días.
La exfoliación permite retirar la capa superior de células muertas que dan un aspecto más opaco y dejar en la superficie células nuevas con un aspecto más jugoso y luminoso. Así que yo soy de las que se han pasado al bando de la renovación continua.
Para mí la exfoliación empieza por una limpieza diaria profunda que permite mantener una piel lo más regenerada posible. Por las noches uso éste bálsamo de Dafna’s que permite limpiar en profundidad de manera respetuosa con la piel y con masaje incluido por su alto contenido en aceites. Muy importante también retirar siempre el producto con una toalla húmeda, nada de algodoncitos, las toallas permiten retirar mejor el producto y ejercen una pequeña fricción que ayuda a esa exfoliación diaria.
Aunque Caroline Hirons, mi gurú sobre cosmética, dice que siempre hay que poner un tónico ácido para subir el nivel de renovación celular diario, yo no he encontrado nada que me guste, así que me quedo con la loción exfoliante de Clarins para cada dos o tres días (esos días me aplico una ampolla de Martiderm y me veo la piel espectacular).
Además alterno una exfoliación profunda semanal con este producto de Madara. Un exfoliante de los que «rascan» pero que se convierte en untuoso y deja la piel muy nutrida.
Parece que me he vuelto adicta a la renovación, pero es que lo dice el dicho e cuestión de renovarse o morir.
Y ¿vosotras? ¿os habéis pasado a la exfoliación?